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jueves, 2 de diciembre de 2010

Tips por si te roban la notebook y para que no te la roben

Cosas que aprendes cuando te roban el portátil

Cuando leí este artículo en Lifehacker no me pude sentir más identificada. Como a su autor, a mí también me entraron a robar en casa, y también se llevaron, entre otras cosas, mi portátil: un precioso Macbook unibody de 13” – mi primer Mac – al que adoraba y al que todavía hoy, un año después, echo de menos. Sí, le tenía cariño a una máquina, soy así de friki.

Muchas veces sueño con el momento en que la policía me llamará y me dirá que lo ha recuperado, pero sé que la realidad es bien distinta y tengo muy pocas posibilidades de volver a ver a mi Macbook. Lo que sí tengo claro es que el día que me compre otro, voy a poner todo de mi parte para evitar que me vuelva a suceder algo parecido. He aprendido la lección y ahora tengo unas cuantas ideas para, al menos, ponérselo un poco más difícil a los amigos de lo ajeno. Éstas son las cosas que he aprendido “gracias” a ese robo:




1. La importancia de las contraseñas.



Mi Macbook no tenía contraseña de acceso. Nunca pensé en ponérsela, “¿para qué? Si siempre lo voy a usar en casa“. Craso error. Vale que eso no habría evitado que me lo robaran, pero te queda la sensación amarga de no haber protegido un poco más tu portátil.

Ahora me tomo las contraseñas mucho más en serio. No sólo la tienen todos mis ordenadores de casa (incluso los de sobremesa) sino también todos mis dispositivos: Kindle, iPad, iPhone. Uso contraseñas generadas aleatoriamente, una distinta para cada cosa, y las cambio de forma periódica. Como las copias de seguridad, es algo que todos deberíamos hacer.

Y para manejar mis contraseñas de forma más cómoda, uso un gestor especializado: SplashID. He probado unos cuantos y éste es el que mejor resultado me ha dado, pero existen muchos otros que puedes usar, tanto para Mac como para Windows: 1Password, RoboForm, KeePass, etc.




2. No dejes datos personales a la vista.



Mi portátil tenía algunos documentos personales a la vista de todos. Fotos, recibos de compras online, hasta mi CV… todos ellos guardados en la carpeta más obvia, la de Documentos. La que todo el mundo mirará primero, como es lógico.

Ahora uso carpetas con nombres que no tienen nada que ver para guardar esos documentos, en lugares del disco duro que tampoco son los más obvios. O directamente oculto esas carpetas y ficheros con programas especializados. Yo uso Hide Folders for Mac, cuya versión gratuita es muy sencilla y va muy bien, pero hay muchos otros: Hideaway, Apimac Secret Folder… y por supuesto también para Windows. Una rápida búsqueda tipo “hide folders on Windows” te devolverá docenas de resultados.





3. Existen programas para localizar ordenadores robados.



De esto me enteré demasiado tarde, cuando mi Macbook había pasado a manos ajenas. Pero sí, existen utilidades que te permiten localizar y hacer seguimiento del uso de un portátil extraviado o robado. En mi caso el que he probado es Prey, una herramienta gratuita, muy fácil de usar y de excelente resultado. Lástima que la probé sólo por curiosidad, y no pude aprovecharla en mi portátil…

Prey es un programa para Windows y Mac. Permanece en ejecución en segundo plano, hasta que lo activas remotamente, cuando necesitas localizar tu ordenador. En ese momento Prey te envía un detallado informe sobre la situación de tu portátil, los programas activos, las conexiones a redes y wifis, una captura de pantalla y, si tienes cámara web integrada en el portátil, hasta una foto del ladrón. No os quepa duda de que será lo primero que instale en mi futuro portátil!





4. Merece la pena invertir en seguridad.



Desde que me robaron el portátil me he vuelto mucho más “protectora” con mis gadgets. Y me he dado cuenta también de que muchas veces vale la pena gastar algo de tiempo (y dinero) para tener una capa extra de seguridad, la suficiente para darte tranquilidad.

Es el caso de servicios como MobileMe para Mac, que con su utilidad “Find my iPhone” te permite localizar tu teléfono (o tu iPad) perdido o robado de la misma manera que el programa que hemos visto anteriormente, Prey. Con Find my iPhone puedes hacer un bloqueo o un borrado de datos del teléfono en remoto, lo que te da una enorme tranquilidad. Y lo mejor de todo es que desde la actualización a iOS 4.2, esta utilidad está disponible gratis en la App Store para todos los dispositivos con esa versión.

Existen alternativas similares a MobileMe para portátiles (tanto Windows como Mac), como por ejemplo LoJack. También hay servicios parecidos a Find my iPhone, pero para Android, como por ejemplo WaveSecure. Por último, puedes recurrir a métodos más estrictos, como un candado de seguridad para portátiles.





5. Nunca está de más tener un listado de pertenencias.



La verdad es nunca pensé en hacer un listado de gadgets, pero cuando necesitas poner denuncias o presentar partes al seguro, es de lo más práctico. Por no decir que tener las facturas de tus gadgets te puede ayudar a recuperar el dinero, y tener el número de serie, a identificarlos en caso de que aparezcan.

Puedes guardar tu listado de muchas maneras: en una libreta normal y corriente, en un archivo de texto (con copia en varios dispositivos o, mejor aún, en Google Docs), en programas que ya uses para otros propósitos como Evernote o Excel, o en programas especializados como iTrackMine. En cualquier caso, no te olvides de hacer una fotografía del gadget en cuestión y anotar su número de serie.




6. Busca un buen escondite en casa.


Si una cosa me dejó clara el robo que sufrí es que hay ocasiones en que tus pertenencias no están seguras ni siquiera en casa. Tengo un amigo gallego residente en Barcelona, que cada vez que vuelve a Galicia a ver a su familia y no se lleva el portátil, lo deja en casa, pero bien escondido. Y no me parece mala idea, por simple que parezca.

La idea es guardar tus gadgets en sitios “poco usuales”. ¿Quién buscaría un iPod en la caja de cereales, en un armario de la cocina? ¿O un portátil en el fondo del armario del lavabo? Los ladrones que entran en casa tienen normalmente poco tiempo para desvalijarla, así que no se lo pongas fácil. No dejes tus gadgets a la vista, o en lugares típicos como el salón, el despacho o el dormitorio. Sé creativo buscando escondites y a lo mejor te ahorras un disgusto.

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